Caminos Cruzados.

Nunca imagino que al entrar a aquel gran salón encontraría lo buscado por tanto tiempo. Entró con la personita que desde el primer día no se despegaba de su lado, Crysania, pues trataba de entrar en su corazón y conocer sus secretos íntimos como una amiga; pero aún Angela seguía ocultando todo.

Esa fue la primera vez que se fijó en él, Crysania fue a saludarlo cuando sus miradas se encontraron, Angela sintió como si nadie existiese en ese momento sólo él y ella, como si lo conociera desde siempre. Quedó atrapada en sus negros ojos, que transmitían calma, pero se vía una gran tormenta dentro de ellos; tan peligroso, no porque transmitieran miedo, sino por la paz y confianza que daban.

Sintió que se quedaría toda la vida allí parada mirándole, cuando su acompañante la sacó de su ensueño. Durante todo el tiempo que estuvieron ahí no dejaba de mirarlo, odiándolo por eso, pues ningún hombre la había deslumbrado de esa forma ni la sacaba de sus casillas y no iba a ser ahora el caso. Lo peor de toso era que cada vez que ella miraba él la estaba mirando y sus miradas se cruzaban una y otra vez sin poder evitar que su escudo se fuera debilitando ante él, sin evitar ponerse a sus pies.

A pesar de todo lo que quería saber de él, venció su curiosidad y no se le acercó cundo Crysania se despidió de él, ni le pregunto ella que quien era él.

Lo que no sabía era que muy pronto su curiosidad sería resuelta.

El comienzo de todo.

Años atrás una parca de nombre Angela tuvo que bajar a la tierra a cumplir una misión, no sabía exactamente que era lo que debía hacer; pero sí sabía que un personaje le ayudaría, quien era no tenía ni idea pero un día se cruzaría con él y para esto debía buscarlo.

Para que nadie se sorprendiera de su llegada ella tuvo que nacer como todos los mortales. La familia que escogieron para ella era fiel a sus mismas creencias. Al nacer no se acordaba de nada, ni siquiera quien era ella, pues par cumplir con su misión debía comenzar de cero.

Los años transcurrieron y muchas pruebas tuvo que superar sin entender el porque de ellas, como una mortal fue criada y enseñada en todo. Se podría decir que era feliz, aunque existían dos grandes vacíos en su vida. Al cumplir los 11 años su padre celestial vio que ya era tiempo que se manifestara en su vida, pero sin revelar su verdadera identidad.

En ese momento si comenzó a ocurrir algo nuevo en su vida, se dio cuenta que podía manejar a su antojo la vida de los demás; pero no así la de ella. Sabía que buscaba algo o alguien, pero no sabía que, cuando y donde lo encontraría. Entendía que tenía una misión, pero aún no sabía cual, sólo sabía que ese algo o alguien le ayudaría a cumplirla.

Cuando cumplió los 18 sentía que lo que esperaba por tanto tiempo estaba a punto de ocurrir. Ya había pasado por muchas cosas que le enseñaron a protegerse de los demás y existía un escudo que cumplía la función de ocultar su identidad, sus sentimientos y debilidades.

Ese año entró a cumplir un gran desafió que había soñado por tanto tiempo. Tenía las armas que necesitaba para enfrentar todo lo que obstruyera su camino. Aún más al creer que había perdido el sentido de la amistad y el amor; pero no sabía que alguien la estaba esperando sin querer.

En ese lugar pudo evitar a muchas personas y con gran éxito; pero sin saberlo dos personitas cambiarían su vida para siempre.